Como añoro la figura del aprenent (el aprendiz)...
Yo lo fui, allá por los lejanos años de 1977-1979. Junto con un buen amigo y futuro socio (Jordi), durante esos años trabajamos ambos en una tienda de electrónica de una pequeña calle de Barcelona en el distrito de Camp de l'arpa. Estábamos estudiando ingeniería de telecomunicación, pero aún estábamos en los primeros cursos, por lo que la parte práctica de la electrónica aún nos quedaba lejos.
Allí aprendimos a reparar todo tipo de televisor (en aquella época los que se reparaban funcionaban todavía con lámparas de vacío y eran, por supuesto del tipo de pantalla de rayos catódicos). También aprendimos a reparar todo tipo de equipos de audio y, sobre todo, lo que más recuerdo con placer era cuando nos daban la oportunidad de reparar todo tipo de teclados electrónicos, de la marca ELKA, con sus modernos (para la época) circuitos integrados y unos fantásticos manuales de servicio, llenos de información y que había que interpretar correctamente para ser capaz de dejar los equipos en perfectas condiciones. Leer esquemas era todo un reto, que superamos con mucho esfuerzo.
¿Cobrar? pues no, la verdad... en aquellos tiempos, tener la oportunidad de entrar en un lugar así, y aprender todo lo que se pudiera, ya era un buen pago. Y la verdad es que sí cobrabamos... el tiempo que nos dedicaban para enseñarnos no era despreciable.
No me arrepiento en absoluto de aquella etapa, más bien al contrario: estoy sumamente agradecido.
Más tarde, antes de finalizar la carrera ya tuve la oportunidad de entrar como Director Técnico en una empresa que diseñaba transformadores de MAT y otros productos bobinados debido a la experiencia adquirida. Y de ahí a un cargo de Director Técnico en una empresa de pesaje industrial y balanzas, para acabar siendo, primero Director de Desarrollo y posteriormente Director de Tecnología de mi propia empresa de Instrumentación en Telecomunicaciones y después de la empresa multinacional británica que nos absorbió en el 2000.
Es por eso que hoy observo con tristeza el panorama de los jóvenes en prácticas, que se preocupan más de lo que cobrarán que de lo que aprenderán... que dicen que dedicar un par de horas al día es duro mientras están estudiando.
Después ves la preparación de los nuevos ingenieros que llegan salidos de la facultad y te preguntas si alguno de ellos ha visto o ha tocado en la realidad algún circuito real.
Que pena. Repito: como añoro la figura del aprenent (el aprendiz)...
No soy mucho de dar opiniones, pero hace tiempo que me está entrando la necesidad de decir lo que pienso al respecto de la política en este país.
Para muestra, un botón (puede ser que este artículo sólo sea leíble por suscriptores de La Vanguardia): Junts rechaza avalar los primeros decretos ley del Gobierno en el Congreso de los Diputados
Me parece increible la situación actual. Y, además, debido a las conversaciones mantenidas, algunas recientes, pero algunas desde hace años con muchos de mis familiares, amigos y colaboradores, llego a la conclusión de que mucha gente está hasta las narices de hasta donde ha llegado la tontería en nuestra clase política.
Creo que hay mucha gente de CENTRO. Aquellos que tienen claro, en lo social, que hay que repartir, sabiamente, pero que, en lo económico saben que hay que administrar, también sabiamente. Para mi es eso ser de CENTRO. Y hay que gestionar una casa, una empresa, una comunidad, un país de la misma forma, si queremos que haya bienestar y este sea sostenible.
Pero tenemos unos "politicuchos" que se empeñan en que, o se hace lo que yo digo pero nunca lo que dices tú, o no se hace (inacción, léase Catalunya) o bien, se hace lo que yo digo aunque tenga que pactar con quien no quisiera pero me permite hacer lo que yo quiera, antes que con una fuerza política que represente a un gran porcentaje de la población (léase España). Pero puestos a hacer leña, pongamos un conjunto tan enorme de leyes inabordables y trabas burocráticas que haga imposible avanzar a un buen ritmo, cualquier iniciativa, social o empresarial, da igual (léase Europa, aunque aplica a cualquier nivel - municipal, autonómico estatal o supranacional).
Pues bien, señores (políticos)... si están ustedes dispuestos a dejarse llevar por formaciones de extremos (extrema derecha o extrema izquierda, da igual) sepan que, a partir de ahora mi voto nunca va a ir a ustedes (y espero que muchos otros lean esto y compartan).
¡Basta ya de tonterías!
PD: sólo si lo crees importante, ¡comparte! a ver si entre tod@s conseguimos cambiar ALGO